En teoría, de las drogas se puede salir sin ayuda externa ya que la opción del consumo es una decisión personal. Pero, en la práctica, la realidad nos dice que esto no es sencillo de conseguir de forma individual, sobre todo cuando se ha llegado a la dependencia.
La ayuda externa, los programas asistenciales y la familia, facilitan la consecución de un objetivo que presenta grandes dificultades de alcanzarse de otra forma, mediante estrategias diseñadas específicamente para ello y contrastadas a través de la experiencia.